DESAFÍO DE ESTA SEMANA: ¿CUÁNTO TIEMPO MAX SE QUEDÓ ESPERANDO A HÉCTOR?

Lee atentamente el cuento y contesta a las preguntas. Identifícate en los comentarios.

CRIMEN EJEMPLAR

Por: Max Aub

Según Max, hacía un frío de mil demonios. Él se había citado a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrán. Él no es de esos hombres absurdos que adoran el reloj. Comprende que el tiempo es elástico y que cuando le dicen a uno las siete y media lo mismo da las ocho. Tiene un criterio amplio para las cosas. Siempre ha sido un hombre muy tolerante: un liberal de la buena escuela. Pero hay cosas que no se pueden aguantar por muy liberal que uno sea. Que él sea puntual a las citas no obliga a los demás hasta cierto punto; pero ustedes reconocerán con él que ese punto existe. Ya dijo que hacía un frío espantoso. Y aquella condenada esquina estaba abierta a todos los vientos. Las siete y media, las ocho menos veinte, las ocho menos diez. Las ocho. Es natural que ustedes se pregunten por qué no lo dejó plantado. La cosa es muy sencilla: él es un hombre respetuoso de su palabra, un poco chapado a la antigua, si ustedes quieren, pero cuando dice una cosa, la cumple. Héctor le había citado a las siete y cuarto y no le cabe en la cabeza faltar a una cita. Las ocho y cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las ocho y media y Héctor sin venir. Él estaba positivamente helado: le dolían los pies, le dolían las manos, le dolía el pecho, le dolía el pelo. La verdad es que si hubiese llevado su abrigo café, lo más probable es que no hubiera sucedido nada. Pero esas son cosas del destino y les aseguró que a las tres de la tarde, hora en que salió de casa, nadie podía suponer que levantara aquel viento. Las nueve menos veinticinco, las nueve menos veinte, las nueve menos cuarto. Transido, amoratado. Héctor llegó a las nueve menos diez: tranquilo, satisfecho, sonriente. Con un grueso abrigo gris y sus guantes forrados:

-        ¡Hola, mano!

Así, sin más. No lo pudo remediar: Lo empujó bajo el tren que pasaba. Triste casualidad.

Ver también: https://ciudadseva.com/autor/max-aub/cuentos/ 

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Ahora, contesta:

a) ¿Cuánto tiempo se pasó desde la salida de Max de su casa hasta la llegada de Héctor al local de la cita?

b) ¿A qué hora llegó Héctor?

c) ¿Cuánto tiempo Max se quedó esperando a Héctor?

d) ¿Qué ocurrió a Héctor?

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